Todo empezó una mañana, a las nueve en punto comenzaría en ese trabajo que tanto había deseado, ya en la puerta consultó por última vez su facebook, en su muro había escrito...
"Mañana empiezo a trabajar con unos "japos" que van a besar el camino por donde piso"...
Tras ese mensaje, 32 "me gusta y 40 comentarios", unos felicitándole, otros subidos de tono y otros...
Ante el desafiante edificio de oficinas, a la sombra del mismo estaba él, era curioso, el sol quedaba tras ese monstruosa amalgama de ladrillos que hoy mismo le engulliría y no dejaría escapar, ese fue su último pensamiento antes de entrar por la gran puerta que presidía este...
Mientras se dirigía al ascensor se vanagloriaba del éxito de lo publicado en su muro, tenía que ser impactante, para llenar de comentarios y llenarse de elogios por su osadía y lo había conseguido.
Una vez en la planta donde empezaba su nueva andadura, sin pensarlo, casi involuntariamente, deslizo su mano sobre algunas de las arrugas del traje y adopto gesto de seguridad para entrar con fuerza en su nuevo empleo, una vez dentro empezó a notar el olor, aquel que lo inundaba todo, era ambientador, había perdido el contacto con estos olores de oficina. Se dirigió a la recepcionista y le preguntó por el Jefe de Recursos Humanos, no sin antes presentarse...
-Buenos días, soy Juan Pérez, me espera el Sr. Yamamoto.-
Ella levantó la vista y lo miró, fría, distante, deslizó un sobre hacia él con su nombre y le dijo...
-Perdone el Sr, Yamamoto no le recibirá, me ha dejado este sobre para usted.
Notó en ella cierta tirantez, su cuerpo emanaba sensaciones que él captaba a la perfección, de momento aquel espacio se volvió frio, no lo recordaba así, era el lugar donde había encontrando un proyecto ilusionante, de cálidez...
Giró sobre él y se distanció lo suficiente de la recepción para abrir la carta, no daba crédito a lo que leía, ¿como podía pasarle esto?, ¿como se han enterado?... Sin más, entendido el mensaje, salío de allí.
Una vez en la calle, respiró hondo como si el aire le faltará, estaba pagando las consecuencias de un juego que no era tal. En aquella amable carta.
Estimado Sr. Pérez.
Los "japos" hubieran estado encantados de trabajar con usted, pero ante su falta de inteligencia en las redes sociales, no podemos más que informarle que su perfil no nos ofrece ningún tipo de confianza.
Organice sus prioridades, su escala de valores y encierre sus pensamientos en su interior, saldrá ganando...
Le saluda, atentamente, alguien que creía en su potencial...
Matices
Perdonad, a lo mejor mi relato tan solo es un camino hacia lo que quiero explicar, ... no escribo para demostrar que existo, no me considero parte de una red social, fría, distante, que juzga, en la que eres más importante por la cantidad de amigos, que por lo que realmente ofreces.
En el lugar donde habito, no tengo nada que demostrar, llego con las manos vacías y el corazón lleno de palabras y músicas, que surgen sin más, a veces no me reconozco, aquí desemboca mi día a día y lo ofrezco públicamente, a todos aquellos a los que respeto, por el simple echo de acompañarme en mis matices, que no siempre tienen colores o mucho entendimiento...
Existo y me gusta escribir, ¿anónima?, sí, puede ser. Acercarme a los que escriben y que se acerquen a mi, aprender, compartir, diferir, o simplemente saludar, a veces me da muchas satisfacciones y siempre desde la humildad del medio, por eso tengo un blog. Un lugar que puede parecer frío, pero que encierra la calidez de las palabras, de las experiencias, de la imaginación que se desarrolla, me ayuda a encontrar imágenes de esas personas hasta ahora anónimas, como yo misma, y que siento como amigos/as.
Porqué.. amigos que me leen, existo, sin adornos, sin matices, con mis alegrías, mis inseguridades y mis fracasos. Debo existir, tengo motivos para ello, prefiero entender que a veces desaparezco, me escondo de mi realidad y doy a parar con mis letras, con las vuestras, con mi mundo soñador e imaginario, donde habitáis vosotros para hacerlo realidad.
Abro mis manos y os veo... Gracias a todos...
Nieves
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GUS